dilluns, 24 de desembre del 2012

Llibertat?

No precisamente como gotas de agua, a pesar de que el agua, es verdad, puede agujerear el más duro granito; más bien como gotas de lacre fundido, gotas que se adhieren, que se incrustan, que se incorporan a aquello sobre lo que caen, hasta que, finalmente, la roca se convierte en un solo bloque escarlata.
─Hasta que al fin la mente del niño se transforma en esas sugestiones, y la suma de estas sugestiones es la mente del niño. Y no sólo la mente del niño sino también la del adulto a lo largo de toda su vida. La mente que juzga, que desea, que decide… formada por estas sugestiones. ¡Y estas sugestiones son nuestras sugestiones! ─casi grito el director exaltado─. ¡Sugestiones del estado! ─Descargó un puñetazo encima de una mesa─. De ahí se sigue que…
Un rumor lo indujo a volverse.
─ ¡Oh, Ford! ─exclamó, en otro tono─. He despertado a los niños.
Un mundo feliz, Aldous Huxley 


Metropolis, Fritz Lang i Thea Von Harbou


Tiempos Modernos, Charles Chaplin



Entrevista, Jean-Paul Sartre

El hombre, tal como lo concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. …éste es el primer principio del existencialismo. Es también lo que se llama la subjetividad, que se nos echa en cara bajo ese nombre. Pero ¿qué queremos decir con  esto sino que el hombre tiene una dignidad mayor que la piedra o la mesa? Pues queremos decir que el hombre empieza por existir, es decir, que empieza por ser  algo que se lanza hacia un porvenir, y que es consciente de proyectarse hacia el porvenir. El hombre es ante todo un proyecto que se vive subjetivamente, en lugar de ser un musgo, una podredumbre o una coliflor; nada existe previamente a este proyecto; nada hay en el cielo inteligible, y el hombre será, ante todo, lo que habrá proyectado ser.
El existencialismo es un humanismo, Jean-Paul Sartre